Gran Premio Nacional-G1 (2500M) 2014

EL MOISÉS TRABAJÓ DURO PARA QUEDARSE CON EL PREMIO MAYOR.
El hijo de Manipulator, criado por Haras Don Arcángel, volvió a vencer en ajustado final a Interdetto para hacerse del GP Nacional (G1-2500 m).
La hora esperada por todo el mundo del turf durante casi el año completo había llegado. Esta tarde, en el mítico Hipódromo de Palermo se disputó una nueva edición nada menos que del GP Nacional (G1-2500 m), ese último eslabón de nuestra Triple Corona, el “Derby” argentino.
Esta edición 2014 tuvo trece potrillos en busca del gran sueño y un vencedor que se podría denominar como el mejor de su generación. Decimos esto porque El Moisés (Manipulator) supo llevarse en septiembre y sobre esta misma pista el GP Polla de Potrillos (G1-1600 m), primer eslabón de la Corona, en aquella recordada carrera en la que derrotó por ½ pescuezo a Interdetto (Roman Ruler). Luego, por una particular decisión de los propietarios no fue parte del GP Jockey Club (G1-2000 m), en San Isidro, pero en algo así como un mes saltó a los 2200 metros para disputar, también aquí, el Casey (G2), cotejo que venía de adjudicarse por 4 contundentes cuerpos frente a Chicañador Vision (Pollard’s Vision). Tras todo aquello, esta tarde volvió a apelar a su guapeza para terminar quedándose con dos de las tres carreras de la Corona, algo que sin duda no cualquiera puede lograr.
En principio, el que saltó al frente fue Samurai Niki (Majestic Warrior), que enseguida tuvo como escolta a Filosísimo (Catcher In The Rye), que no tardó demasiado en presentarle lucha al anterior. Pero la carrera no solo tuvo lucha al frente entre los anteriores sino que a esos, el que se le sumó más adelante fue Curioso Catch (Catcher In The Rye), quedando los tres batallando por la primera colocación. Mientras tanto, una buena conducción de Edwin Talaverano traía a El Moisés poniéndose cada vez mejor por el lado exterior, sin ningún inconveniente, al mismo tiempo que contra los palos, el que regalaba acción era Interdetto. Ya en la recta, a Interdetto se le hizo el lugar y pasó a comandar pero enseguida, por afuera apareció El Moisés. A partir de ese momento, en las tribunas se vivió como un “déjà vu” de lo que fue la Polla, con los mismos dos ejemplares regalando un fantástico espectáculo y casi con igual final que en aquella oportunidad.
Completando los 2500 metros de arena normal en 2’34’’90c (23:56, 47:95, 1:12:88, 1:38:20), El Moisés venció por el pescuezo a Interdetto, tercero a 4 cuerpos llegó Hortensius (Offlee Wild), el ganador de la Polla de Potrillos (G2-1600 m) platense, y cuarto a 1 ½ largos del anterior finalizó Feliche (Perfectperformance).
De esta manera, El Moisés, que es entrenado por el experimentado Gregorio Vivas para la caballeriza S. de B., sumó su cuarto triunfo, tercero clásico en serie, en apenas seis presentaciones. Cabe destacar también que su figuración más destacada la obtuvo en su presentación anterior a comenzar con esta racha de éxitos, cuando también aquí en Palermo fue segundo en el Cané (G2-1600 m).
El vencedor es hijo del padrillo norteamericano Manipulator (Unbridled, 2001), que en sus 6 primeras generaciones en edad de correr, ha producido diez caballos Clásicos, destacándose los ganadores de Grupo 1 Sembra Fe, Evilasio y El Moisés.
A su vez, la madre del ganador es la argentina Eleodora (2003, Mutakddim), una yegua que con cinco crías en edad de competir también dio a los ganadores condicionales Peperoncina (Editor’s Note), que en su figuración más destacada fue tercera en el Venezuela (G2-1000 m), y Niceto Vega (Manipulator), que además supo llegar cuarto en el Ramírez (G3-1700 m).
El Moisés no sintió la presión de ser el gran candidato de este Nacional y ganó tal como sus papeles mostraban que podía hacerlo.
Por Juan Pablo Toscano

En final para el recuerdo, El Moisés alcanzó la gloria y no descarta el Pellegrini

El título de mejor potrillo de la generación lo terminó de sellar con una valiente exhibición ante Interdetto, en un final muy parecido a la Polla y de alta emoción. José Mastellone, su propietario, se refirió sobre la posibilidad de correr en el internacional de San Isidro y dijo: “hay que analizarlo con tranquilidad en la semana”.

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• Foto La fusta en alto de Edwin Talaverano, ante una multitud en Palermo. (Dupratphoto)
  
  

Cada una de las almas que estaban presente en la tarde del Gran Premio Nacional (G1, 2500 metros) se fueron empachadas por el generoso espectáculo que entregó la selectiva prueba del hipódromo de Palermo. Adrenalina y emoción al máximo despertó la guapeza de El Moíses, el hijo de Manipulator que se aseguró un lugar en la historia rica de nuestro turf y, el mano a mano, ante Interdetto permitió disfrutar de uno de los mejores finales del Derby de los últimos tiempos.


Un final cabeza a cabeza digno de ver una y mil veces. Edwin Talaverano, por el centro de la pista, le pidió el máximo esfuerzo a El Moisés, mientras que Pablo Falero, junto a los palos, no se daba por vencido y cayó al filo del disco, en el tiempo de 2m 34s 90/100 para los 2500 metros. Se repitió el idéntico resultado del Gran Premio Polla de Potrillos, con la diferencia que Interdetto en aquella tarde cargó abierto y perdió ´por medio pescuezo.

Ya no quedan dudas que el pensionista de Gregorio Vivas es el referente de la generación nacida en el 2011. Tal vez sea un campeón sin corona, debido a que dejó pasar por alto el Gran Premio Jockey Club (G1) y de esa forma no convertirse en triplecoronado. Tercero, a cuatro largos del primer lugar, arribó Hortensius, que tuvo tropiezos en el opuesto y su gestión fue más que valiosa.


Su propietario José Mastellone eligió la ruta de la arena norteña ya que hace tiempo que tomó la postura de no correr con sus colores en el circuito norteño, debido al distanciamiento de Cafrune en el Gran Premio Estrellas Mile (G1) de la temporada 2011. Esta conquista lo obliga a rever esa postura y ante la consulta de Pura Hípica, dijo: “Tuve la suerte de ganar varios clásicos y esté me faltaba. ¿Sí va al Pellegrini?. Hay que analizarlo con tranquilidad en la semana. Lo mejor para esa decisión hay que tomarla en frio”.


“Esta es la carrera de mi vida”, sentenció el cuidador Gregorio Vivas, un profesional de la vieja guardia. Pablo Maggio, criador del nuevo crack, estaba feliz por su primer Nacional; al igual que su propietario José Mastellone, que eligió la ruta de la arena norteña ya que hace tiempo que tomó la postura de no correr con sus colores en el circuito norteño, debido al distanciamiento de Cafrune en el Gran Premio Estrellas Mile (G1) de la temporada 2011.

Esta conquista lo obliga a rever esa postura y ante la consulta de Pura Hípica, dijo: “Tuve la suerte de ganar varios clásicos y esté me faltaba. ¿Sí va al Pellegrini?. Hay que analizarlo con tranquilidad en la semana. Lo mejor para esa decisión hay que tomarla en frio”.  El Moises mostró calidad hasta con el revuelo por los festejos de lo alcanzado. Su peón José Tabarez lo acariciaba y agradecía por tantos momentos vividos. “Este es un pingo de verdad”, llegó a decir a la pasada a punto de llorar por la emoción.

El hijo de Manipulator se fue al box con la corona de rosas blancas en su lomo, premio por ser el que se destacó en esta temporada. Tiene 4 impactos y dos segundos puestos. Polla, Casey y ahora Nacional fueron sus escalas para convertirse en el mejor de todos y su próximo paso puede ser toda una grata sopresa.

Nicolás Alcalde 
PURA HÍPICA